Leí hace mucho esta receta en un librillo de cocina italiana, de aquellos que regalaba El País hace años, pero donde vivo, las bayas de enebro, no se encuentran, por lo que ahí se quedó la receta, olvidada. Y fue precisamente eso, el encontrarme un día por casualidad, en un mercadillo, con éste ingrediente, lo que me hizo recordarla al momento, y aquí está. No cambié ni una coma de la receta original, y en este caso, después de probarla, sigue sin parecerme necesario cambiar nada, excepto el número de comensales, porque en mi casa, un kilo de carne, no es para seis, sino para cuatro.
1Kg de lomo de cerdo, en una pieza
2 cebollas
10 hojas de laurel
1 cucharada de bayas de enebro
2 clavos
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva y sal
Picamos las cebollas y las bayas de enebro.
Doramos el lomo, previamente sazonado, por todos los lados, en una cacerola con aceite. Añadimos la cebolla, los clavos, las bayas de enebro y el laurel, y salteamos todo unos minutos, a fuego medio.
Añadimos las tres cuartas partes del vino y cocinamos a fuego lento, durante una hora y media, con la cacerola tapada.
Una vez hecho, sacamos el lomo, y lo colocamos, fileteado, en una fuente de servir. Añadimos el resto del vino a la salsa y lo ponemos un momento a fuego muy vivo, para desglasar la cazuela. Pasamos la salsa por un pasapurés o por un chino, y la distribuímos sobre la carne, para servir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario