Esta es la receta básica del pan, mitad de agua que de harina. Como se ve, hay que dejarlo levar dos veces, pues bien, si queremos hacerlos para el desayuno, el segundo levado lo haremos dejándolo en el frigorífico, ya formados los bollos, toda la noche, eso sí, bien envuelto en plástico, para que no se reseque la superficie. Por la mañana, sólo tendremos que sacarlos mientras el horno coge la temperatura, los espolvoreamos de harina y los horneamos.
500gr de harina de fuerza
250ml de agua
25gr de levadura fresca
Una cucharadita de sal
Ponemos la harina y la salen un bol y le hacemos un agujero en el centro, donde vertemos el agua templada y la levadura. Con los dedos, y tomando un poco de harina de los lados, desmenuzamos la levadura y lo dejamos reposar una media hora. Pasado el tiempo, amasamos todo el conjunto hasta que quede una masa lisa y blanda. La tapamos con un paño y la dejamos reposar en un sitio abrigado hasta que doble su volumen.
Cortamos entonces la masa en doce porciones iguales y formamos las bolas que colocaremos sobre la bandeja de horno. Volvemos a taparlo con un paño hasta doblar su volumen.
Entretanto, encendemos el horno a 200º y colocamos dentro un cuenco con agua para que el pan no se reseque.
Espolvoreamos los panes con harina y los horneamos hasta que cojan un color dorado. Pueden ser unos veinte minutos.
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