Este es un plato tradicional de la cocina catalana, sencillo tanto por sus ingredientes como por su elaboración, donde la carne queda tierna y perfectamente integrada en los distintos sabores y aromas que la acompañan. Por todo ello, es un plato imprescindible en nuestro recetario, y muy agradable como principal en una comida de domingo.
Se puede preparar el día anterior ya que incluso mejora con el reposo.
Despues de probar distintas versiones, que incluían otros ingredientes como las patatas, la guindilla y algunas otras especias, que he quedado con una receta bastante simple, muy parecida a la que aparece en el fantástico libro "Cocinar para ser feliz", de Carme Ruscalleda.
Ingredientes: (Para 4 personas)
Unos 800 gramos de filetes de ternera.
Una cebolla grande
Dos tomates maduros
50 gr de champiñones
25 grs de harina
50 ml de fino de Montilla
Aceite, sal y pimienta
Un puñado de almendras y 1/2 ajo
Salpimentamos y enharinamos los filetes, y los freímos en aceite bien caliente hasta que empiecen a dorarse. Reservarlos.
En el mismo aceite rehogamos la cebolla picada muy fina, lo hacemos despacio y cuando esté dorada, añadimos el tomate y seguimos haciendo un poco más. Añadimos los champiñones fileteados y el vino y continuamos cociendo unos minutos más. Incorporamos los filetes, cubrimos con agua y cocemos a fuego lento durante al menos una hora, o hasta que la carne esté bien tierna.
Por último, majamos el ajo y las almendras, lo añadimos al guiso y lo dejamos hacer unos 5 minutos más
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