Los molletes son panecillos muy tiernos, parece ser que de origen hebreo, que se elaboran en toda Andalucía, aunque los de Antequera sean los más conocidos.
Con esta receta salen muy esponjosos y con un delicado sabor a aceite de oliva. Están riquísimos con cualquier cosa que le pongamos, pero, para mí, la mejor forma de comerlos, es con aceite y azúcar.
Voy a explicar la forma de hacerlos para que puedan estar listos para un desayuno.
Ingredientes: (salen 10 ó 12)
600 gr de harina
300 ml de agua
50 gr. de aceite
10 gr de levadura prensada
100 gr de masa madre
1 cucharadita de sal.
La noche anterior, mezclar todos los ingredientes y amasar un buen rato. Dejar la bola de masa en un cuenco grande, cubierta por un plástico y meterlo en el frigorífico toda la noche.
Por la mañana habrá doblado su volumen, entonces volvemos a amasar, formamos los molletes de unos
60 gr, los colocamos sobre la bandeja de horno cubierta con papel de hornear, los tapamos con un paño y los dejamos reposar al menos una media hora.
Calentamos el horno a 220º e introducimos un cuenco pequeño lleno de agua.
Cuando veamos que los molletes han vuelto a crecer, los espolvoreamos de harina y los horneamos unos 15 minutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario